RESTAURAR DESDE EL CORAZÓN Y CON LAS MANOS DE LA NATURALEZA
La introducción de una nueva estrategia de recuperación de suelos y bosques nativos para la zona del Magdalena Medio, manejada dentro del concepto de Restauración Ecológica Participativa, ha sido un reto para las organizaciones comprometidas con este proyecto y para los usuarios que tienen sus predios en el Área de Influencia del Convenio; en la búsqueda de la optimización de ambientes reproductivos y de desarrollo de peces, de acuerdo con la licencia ambiental del proyecto hidroeléctrico Sogamoso. Esta estrategia se mueve bajo el principio del mejoramiento de las condiciones ecológicas actuales de la vegetación ribereña, de los nacimientos naturales y cuerpos de agua afluentes al rio Sogamoso aguas abajo del sitio de presa.
La esencia de este trabajo ha sido el establecimiento de lazos de comunicación con los líderes locales y conocedores de la zona, quienes han permitido a través de su conocimiento lograr el empoderamiento, posicionamiento y confianza de los pobladores del área de influencia en la propuesta de restauración y en el cumplimiento de las metas trazadas por el convenio. Convenio que está adelantando ISAGEN como principal financiador, Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio y la Fundación Guayacanal, donde cada uno aporta sus fortalezas y sus experiencias desde el territorio, para la construcción del proyecto y así poder llegar a las asociaciones de pescadores, JAC´s y comunidad educativa en un proceso que busca “Restaurar el bosque protector para la optimización de los hábitats reproductivos y de desarrollo en la zona de aguas abajo del proyecto Hidroeléctrico Sogamoso”.
Esto proyecto comprende la restauración ecológica, en un contraste entre dos regiones que ofrecen las condiciones ideales para consolidar un modelo de restauración de forma participativa y real; se trata del sector del Corregimiento el Llanito; Municipio de Barrancabermeja, zona de tradición pesquera y petrolera, en el que tiene incidencia la ciénaga el Llanito y el Caño San Silvestre. Por otra parte está la zona de lomas, en la que se ha trabajado con comunidades de los Municipios de Puerto Wilches, Sabana de Torres, Girón, Betulia, San Vicente de Chucuri y Barrancabermeja. En este sector las actividades económicas que se destacan son la agricultura (cultivos de palma de aceite, cacao y frutales) y la ganadería; además cuentan con importantes fuentes hídricas, zonas de conservación y una serie de familias que viven y dependen del trabajo en la finca.
Adicional a lo anterior, también se ayuda a generar nuevos conocimientos ecológicos en los niños, en la tradición de los hombres y en el alto nivel de sensibilidad de las mujeres; quienes han plantado con sus manos las especies nativas pensadas y seleccionadas de forma participativa para la reconstrucción del bosque nativo ribereño y del bosque de montaña. Con este propósito se busca dejar en la memoria de los pobladores y gestores de este proceso la recuperación de las especies nativas que cautivaron y que fueron víctimas de aserradores y que hoy son parte del grato y nostálgico recuerdo de aquellas personas que hicieron en el pasado esta labor y hoy cuentan su historia. Ya que así pueden inculcar en las demás personas del Magdalena Medio una sensibilización ambiental que permita en un futuro tener una restauración importante y un subsistir con la naturaleza.